La materia objeto de examen será toda la contenida en el programa de la asignatura. La evaluación final tendrá dos modalidades y el alumnado podrá acogerse a una u otra en función de sus posibilidades:
Modalidad A): evaluación continua: La nota final consta de dos componentes: El 75% de la calificación corresponderá a una prueba escrita que constará de un examen tipo test sobre los contenidos teóricos y prácticos desarrollados en la asignatura y el 25 % restante de la nota corresponderá a la evaluación de las actividades prácticas a realizar en el aula a lo largo del curso.
Modalidad B): El 100% de la evaluación de la asignatura corresponderá a una prueba escrita que constará de dos partes: un examen tipo test sobre los contenidos teóricos y prácticos desarrollados en la asignatura (75% de la nota) y un caso de estudio en el que se tendrán que contestar también a unas preguntas teóricas y prácticas (25% de la nota).
En cualquiera de las dos modalidades, será necesario superar, al menos, el 40% del examen tipo test para poder mediar con el caso de estudio o actividades prácticas efectuadas.