Tratando de huir de las categorías más convencionales del delito, procedentes del ámbito jurídico, se trata de introducir un enfoque antropológico de corte heurístico, inédito y original para comprender las bases de un problema tan complejo y antiguo como el ser humano, para lo cual se hace necesario entresacar las líneas esenciales que lo definen en cada marco social, político y económico. Para ello se tratará de hallar los imaginarios de la legitimidad que están detrás de la legalidad vigente, esto es, el orden moral particular y a la vez universal sobre el que se levantan las representaciones antropológicas aplicadas por cada pueblo.